Volver a sentir y recordar la niñez con claridad no siempre resulta fácil a medida que pasan los años. Sin embargo, lo que parecía ciencia ficción puede ser una realidad: mirar a nuestro rostro infantil podría ser la llave para reencontrarnos con nuestro propio pasado.
Un reciente estudio de la Universidad Anglia Ruskin (Reino Unido), publicado en la revista Scientific Reports, ha revelado un sorprendente método para hacerlo: cambiar la forma en que vemos nuestra cara.
El experimento se basó en una ilusión de autoidentificación facial infantil. Con una pantalla, los investigadores mostraron a 50 adultos una versión digital en video de su propio rostro rejuvenecido, como si miraran a su 'yo' de hace décadas. Cuando los participantes se movían, la imagen imitaba cada gesto, generando la sensación de que estaban frente a su propio reflejo infantil.
Después de esta experiencia, los participantes recordaron con mayor claridad momentos de su niñez, aportando más detalles que aquellos que vieron su rostro adulto sin alteraciones. Según los científicos, esta conexión visual con el 'yo' del pasado podría reactivar los procesos ligados a la memoria autobiográfica.
El hallazgo abre la puerta a nuevas técnicas que permitan acceder a los recuerdos de la infancia que se creían olvidados, incluyendo a aquellos que quedaron 'borrados' durante la fase de la amnesia infantil, que suele producirse antes de los tres años de edad. Asimismo, podría dar lugar a terapias que ayuden a recuperar recuerdos reprimidos, ofreciendo una nueva manera de viajar al pasado sin salir del presente.
